martes, 9 de octubre de 2007

Alegoria en Duchamp

Marcel Duchamp

Biografía

Pintor francés nacionalizado americano en 1955. Procede de familia de artistas y estudia en París en la Académie Julian. En 1909 y 1910 conoce a Apollinaire, a los cubistas y a Picabia, con el que fundará el dadaísmo en América. Aprende con rapidez los principios de este movimiento y del cubismo, pero investiga sobre la sugerencia del movimiento y se anticipa al futurismo. En el Salón de Independientes de 1911 los cubistas rechazan su Nu descendant un escalier nº 2 que, sin embargo, obtiene gran éxito en el "Armory Show" de 1913. Le atrae el dinamismo de la máquina y su realidad como objeto tridimensional, aunque inservible. Rechaza la estética convencional y crea los ready-mades, como Roue de bicyclette (1913) y Botellero (1914). En 1915 se marcha a Nueva York donde ya es famoso. Ese año comienza su obra más conocida: Le Grand Verre: La mariée mise à un par ses Célebataires, même, y sigue trabajando en ella hasta 1923. Es una gran plancha de vidrio con hilos de plomo y estaño, compendio de sus pensamientos desde 1913. Su actitud es provocadora y desmitificadora. Asimismo, envía en 1917 a la Sociedad de Artistas Independientes un urinario o Fuente, y a París a la muestra "Dadá" (1920), L.H.O.O.Q, la reproducción coloreada, con bigote y barba, de La Gioconda. Sus creaciones descubren la idea de que es el espectador quien hace la obra, planteamiento que trasciende a las vanguardias del siglo XX.

Alegoría

Apropiación de sentido

Duchamp se interesó por esas "energías perdidas", por todos aquellos elementos que pasan desapercibidos. Retoma objetos que poseen un sentido común en torno a su funcionalidad, y los vacía de su sentido o significado y les da otro significado al cambiarlo de su contexto habitual. Pensemos en la Fuente; deja de lado el hecho de ensalzar la belleza industrial de un urinario y la carga de raíz dadaísta, Duchamp alude con un solo objeto a la posición femenina como receptáculo y al uso del mismo por parte del agente masculino.

Fragmentación

Separa los valores del objeto como forma, el significante del significado y lo manipula de tal forma que genera nuevas lecturas, el objeto se convierte en fuente de alegoría, pues rescata lo esencial del objeto, sin duda tiene la misma valoración la temática sexual que la reflexión sobre el fluir de los líquidos por la tersa superficie de la porcelana y el intercambio de las energías a partir del deseo.

Superposición

La multiplicidad de significados que recaen sobre el objeto al momento de trasladarlo de contexto, enfrentándolo a los procesos de la época y del espacio, puede estar conectado a lo visual, a lo olfativo o incluso a lo táctil, puede ser un movimiento, una mirada, el paso previo a una acción, un deterioro, o la suma de todos ellos.